Esta facultad se fundamenta en la premisa de que todo lo que existe en un lugar está intrínsecamente conectado en términos energéticos con todo lo que existe en cualquier otro punto del universo, lo que significa que, en última instancia, Todo es esencialmente Uno. En este contexto, podemos hacer referencia a la conciencia del estado de Advaita, en el que se reconoce que toda sensación de distancia y, por lo tanto, de separación, es una ilusión. Esta perspectiva se alinea con los principios de la física cuántica, que hoy en día comprende y explica esta teoría.

En tiempos antiguos, a menos que el terapeuta poseyera habilidades excepcionales, necesitaba contar con un objeto perteneciente a la persona a la que brindaba ayuda, que funcionara como una especie de antena vibratoria. En la actualidad, una fotografía puede resolver este dilema.

Debido a la naturaleza específica de esta proyección de la conciencia, el tratamiento requiere menos tiempo que un tratamiento presencial.